Mi mayor pasión en la vida, aparte del arte en cualquiera de sus formas, son los animales. No puedo pasar si veo un gato o un perro en la calle. Al pasar horas observando su comportamiento, me he dado cuenta de que cada animal tiene su propio carácter y hábitos individuales. Y un artista, más que nadie, debe ser capaz de transmitir estos rasgos sutiles a través de un cuadro, para hacerlos llegar al espectador.
Por ejemplo, pinté un gato tomando el sol. Es perezoso en algunos lugares, le gusta comer bien y es muy observador. Por algo se subió al alféizar de la ventana. He añadido más libros a la imagen. Parecía un marco adecuado para la curiosidad del gato.
Mira el juego de reflejos en el cristal. Es increíble la cantidad de color que ha reunido la pequeña ventana. Me parece que un artista que trabaja sobre el vidrio y los reflejos es como un joyero que crea un diamante a partir de un diamante sin tallar.
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