No hay nada más hermoso que la belleza de una mujer. La niña, portadora de belleza, desde tiempos inmemoriales dedicó sus poemas y serenatas a los hombres. No es sorprendente que incluso en las pinturas murales del mundo antiguo apareciera por primera vez una mujer — los artistas intentaron inmortalizar la belleza sobrenatural desde el comienzo del nacimiento del mundo.
La extraordinaria belleza de la niña está escrita en tonos gris y azul.
Si no tiene una cuenta en nuestro sitio web, debe registrarse.