Exploro el impacto de las nuevas tecnologías en las personas y el enorme flujo de información que pasamos a través de nosotros mismos como a través de un filtro. La humanidad se está ahogando en el ruido informativo, en una sobreabundancia de información, a menudo superflua e innecesaria, olvidándose de su propósito, olvidándose de su conexión con la naturaleza, olvidando que este mundo es perfecto y hermoso. Todo esto genera locura, impone opiniones, deseos que no son propios de la persona, una visión del mundo incorrecta en general, y la persona se ahoga… se ahoga… y no ve salida.
Para la nueva generación es doblemente difícil: prácticamente no ven la esencia de la vida, no comprenden lo que puede ser. Desde pequeños se convierten en parte del hormiguero del mundo, que es fácil y cómodo de gestionar, engañándolo. Quiero transmitir a la humanidad la idea de que debemos aprender a escucharnos a nosotros mismos, a sentir la calma y el esplendor del mundo.
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