Lienzo sobre bastidor, óleo. El cuadro, de 30x30 cm, representa a una niña. Tiene en sus manos una rodaja grande y jugosa de sandía, de un color rojo brillante, casi chispeante, con semillas oscuras asomando de la pulpa. La niña toma un trozo de delicia de fruta y lo muerde con una sonrisa, disfrutando de cada momento. En este momento, no conoce ni las preocupaciones ni la adversidad, sólo la alegría del simple placer de una sandía fresca.
La pintura continúa en los bordes (extremos) del lienzo si se desea, se puede exhibir sin enmarcar;
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Ubicación de la imagen:
Moscow
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