En una rama de cerezo, delgada y grácil, han florecido delicadas flores: cientos de diminutas estrellas, pintadas en tonos pastel de rosa y blanco nieve. Cada flor es una pequeña perfección con delicados pétalos que abrazan un núcleo dorado.
La rama parece frágil bajo el peso de esta nube aérea de flores, pero se puede sentir en ella una increíble vitalidad que despierta después del sueño invernal. El aroma es sutil, pero fresco y dulce, llenando el aire con la anticipación de la primavera y la belleza. Esta rama floreciente es un símbolo de renovación y esperanza, congelada en un momento de pureza y gracia.
Ubicación de la imagen:
Moscow
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