Una pequeña casa, como escondida en el abrazo de un bosque verde, se encuentra junto al río. Detrás de ella, casi en la misma orilla, hay un campo dorado, sobre el cual ruedan las olas de una ligera brisa. Árboles frondosos, como rocas verdes, protegían la casa de miradas indiscretas, creando una atmósfera acogedora y aislada a su alrededor. El río, serpenteando entre los árboles, reflejaba el cielo azul y los picos dorados, creando un espectáculo fascinante. La casa parecía ser parte de la naturaleza, sin perturbar su tranquilidad, sino complementando su belleza.
Ubicación de la imagen:
Moscow
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