Sus fuertes brazos la abrazan, como creando una cúpula impenetrable a su alrededor. Ella se aprieta contra él, tan frágil y querida, inhalando el aroma familiar y reconfortante de su piel. El mundo fuera de este estrecho círculo creado por sus cuerpos ruge, con sus ruidos, preocupaciones, bullicio y vientos fríos. Pero aquí, en sus brazos, todo esto se disuelve, dando paso a una paz serena.
Su ancha espalda, como un muro inquebrantable, la protege de todo lo que pueda herirla o asustarla. Siente el ligero aliento de su cabello en su cuello, la calidez de su cuerpo apretado contra el suyo. Esto no es solo un abrazo, es un juramento silencioso: «Estoy aquí. Te protegeré. No tienes nada que temer». En este momento, él es su refugio, su fortaleza, su tranquilo puerto.
Ella escucha el latido de su corazón: un ritmo mesurado y fuerte que le suena como la canción de cuna más reconfortante. En sus brazos se deshace, permitiéndose estar completamente indefensa, porque sabe que su amor es su escudo más confiable. Él es su mundo, y en este mundo no teme ninguna tormenta, porque él siempre estará ahí, protegiéndola de todo lo que el mundo exterior pueda traer. En sus brazos se siente completamente segura, amada y protegida.
Ubicación de la imagen:
Moscow
Por el interior (por tipo de habitación):
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